7 señales de advertencia de que tu compañía de seguros actúa de mala fe
Ya sea un huracán, la rotura de una tubería o un devastador incendio doméstico, esperas que tu compañía de seguros dé un paso al frente, no que retroceda. Al fin y al cabo, has pagado fielmente tus primas, cumplido todos los plazos y presentado todos los documentos requeridos. Pero en lugar de apoyo, te enfrentas a obstáculos: tiempos de espera interminables, respuestas vagas u ofertas de liquidación que apenas alcanzan la superficie de tu siniestro real. Si esta situación te resulta demasiado familiar, puede que te enfrentes a la mala fe del seguro.
En Palker Law Firm, conocemos los juegos de algunas aseguradoras. Y estamos aquí para ayudarte a reconocer las señales, comprender tus derechos y defenderte con confianza.
Retrasos injustificados en la tramitación de tu reclamación
Una de las primeras señales de alarma es el retraso. Tras presentar tu reclamación, deberías recibir actualizaciones puntuales y una investigación justa. Pero en lugar de eso, pueden pasar semanas sin apenas noticias. Los peritos dejan de devolver las llamadas. Tus correos electrónicos quedan sin respuesta. Cada nueva excusa parece más una táctica dilatoria que una razón legítima. Estos retrasos no son sólo un inconveniente, sino que pueden ser un intento intencionado de presionarte para que te conformes con menos, o de cansarte para que te rindas.
Según la ley de Texas, las compañías de seguros deben acusar recibo de tu reclamación, iniciar una investigación en un plazo de 15 días naturales y tomar una decisión en un plazo razonable. Si aceptan la reclamación, el pago debe emitirse en un plazo de cinco días hábiles. Asegúrate de que cumplen la ley.
Consejo: Lleva un diario de reclamaciones. Registra la fecha, la hora y el contenido de cada interacción con tu aseguradora para elaborar una cronología de sus retrasos.
Negación sin una explicación clara
Una denegación de reclamación legítima debe ir acompañada de algo más que una simple nota de “no cubierto”. Debe incluir una explicación detallada, basada en la póliza, que señale cláusulas concretas y exponga claramente por qué se rechaza la reclamación. Si tu denegación carece de esa transparencia, puede que no sea sólo un mal servicio al cliente. Podría ser mala fe.
Las cartas de denegación vagas o genéricas suelen ser una táctica para confundir a los asegurados o disuadirles de que se defiendan. No des por sentado que la aseguradora siempre tiene razón. Una revisión jurídica puede descubrir que tu reclamación fue denegada injustamente o falseada.
Consejo: Pide una denegación por escrito que haga referencia al texto exacto de la póliza, y no aceptes un no por respuesta sin una revisión jurídica.
Ofertas de conciliación a la baja
Has hecho los deberes. Has reunido presupuestos de contratistas, facturas de reparaciones y pruebas visuales de los daños. Pero la oferta de tu compañía de seguros no se acerca ni de lejos a lo necesario para cubrir tus pérdidas.
Ofrecer indemnizaciones irrazonablemente bajas pone a los asegurados ante una difícil disyuntiva: aceptar menos de lo que te deben o dedicar más tiempo y dinero a luchar por ello. Pero tienes derechos, y no tienes por qué conformarte con una indemnización inferior a la justa.
Consejo: Nunca aceptes una primera oferta sin consultar a un abogado de confianza para evaluar el valor real de tu demanda.
Tergiversación de los términos de la Política
Cuando el perito de tu seguro te diga que algo “no está cubierto”, compruébalo siempre. Por desgracia, algunas aseguradoras tergiversan lo que realmente dice tu póliza, ya sea por incompetencia o, peor aún, en un intento de denegar reclamaciones válidas. Si te dicen que tu cobertura excluye algo que tu póliza escrita incluye claramente, es una señal de mala fe.
Los documentos de las pólizas son complejos, pero esa complejidad no es excusa para la manipulación. Engañar a un asegurado sobre su cobertura no sólo no es ético, sino que puede ser ilegal.
Consejo: Pide una copia de tu póliza completa y revísala detenidamente. No te fíes sólo de lo que diga un perito.
Amenazas o intimidación
Las compañías de seguros son poderosas, pero no están por encima de la ley. Si te presionan para que aceptes un acuerdo rápido, o si el perito utiliza tácticas basadas en el miedo, como decir que “no conseguirás nada” si no firmas enseguida, puedes ser víctima de intimidación.
Nadie debe sentirse intimidado por su aseguradora. Este tipo de comportamiento no sólo es inadecuado, sino que viola tus derechos. Estas tácticas de miedo están diseñadas para precipitarte a tomar una decisión que no te conviene.
Consejo: Nunca tomes una decisión bajo presión. Si un perito se vuelve agresivo, pon fin a la conversación y consulta a un profesional del Derecho.
Negarse a investigar la demanda
Una investigación adecuada es una parte fundamental de cualquier reclamación al seguro. La aseguradora tiene el deber de evaluar los daños de forma exhaustiva e imparcial. Pero en situaciones de mala fe, esa investigación puede saltarse, precipitarse o ignorarse descaradamente. Tus fotos y documentación pueden ser ignoradas. Tus daños pueden pasar desapercibidos.
Esto es especialmente frecuente en las reclamaciones de propiedad por problemas de agua o estructurales. Una investigación incompleta casi garantiza un pago injusto o una denegación injusta.
Consejo: Haz tus propias fotos y anotaciones. Si tu aseguradora no inspecciona los daños, o lo hace precipitadamente, consigue que un contratista autorizado realice una evaluación independiente.
Pruebas selectivas
En un proceso de reclamación justo, todas las pruebas deben considerarse por igual. Pero algunas aseguradoras se dedican a seleccionar, utilizando selectivamente pruebas que apoyan su decisión de denegar o minimizar tu reclamación, mientras ignoran informes, fotos o testimonios que respaldan tu versión de los hechos.
Esta táctica no sólo es deshonesta, sino que puede sesgar por completo el resultado de tu reclamación. La Asociación Nacional de Comisionados de Seguros(NAIC) insiste en la importancia de que las aseguradoras evalúen objetivamente todos los aspectos de un siniestro, no sólo lo que les beneficia.
Consejo: Envía todas las pruebas justificativas por escrito y solicita acuse de recibo. Esto crea un registro de lo que han visto y lo que han ignorado.
Qué puedes hacer si sospechas de mala fe en el seguro
Si ves una o varias de estas señales de advertencia, no esperes. La ley de Texas te protege de las prácticas de mala fe de las aseguradoras. Tienes derecho a exigir justicia, y puedes tener derecho a una indemnización superior al importe original de tu reclamación.
Empieza por documentarlo todo: números de siniestro, comunicaciones, presupuestos, condiciones de la póliza y pruebas de los daños. Después, ponte en contacto con un abogado con experiencia en litigios de mala fe en seguros. La acción legal puede ser la única forma de obligar a tu aseguradora a hacer lo correcto.
Consejo: Aunque tu reclamación ya haya sido denegada o mal pagada, aún puedes tener opciones. Un abogado experto puede reabrir y reevaluar tu caso.
¡Déjanos luchar por ti!
En Palker Law Firm, entendemos lo abrumador que puede ser el proceso de reclamación, especialmente cuando tratas con aseguradoras que no actúan de buena fe. Nuestro equipo ha recuperado millones para asegurados de Texas agraviados por sus compañías de seguros. Y lo hacemos todo en régimen de contingencia: no pagas a menos que ganemos.
Visita palkerlaw.com para programar la revisión gratuita de tu caso.