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Las horas inmediatamente posteriores a un huracán son críticas para tu seguridad y recuperación. Y, aunque presentar una reclamación al seguro sea lo más alejado de tu mente, ese primer día también puede ser tu mejor oportunidad para prepararte para obtener la indemnización que mereces.

Cuando te azote un huracán, toma medidas rápidas y organizadas para proteger tu propiedad, conseguir una indemnización del seguro y empezar el proceso de reconstrucción. Estos son los pasos innegociables que debes dar.

Garantiza tu seguridad y la de tu familia

Tu primera prioridad después de un huracán es asegurarte de que tú y tu familia estáis a salvo. Examínate a ti mismo y a los miembros de tu familia en busca de lesiones, y atiende cualquier necesidad médica con prontitud. Tómate tu tiempo para ocuparte de todos, incluidos niños, parientes ancianos y mascotas. También debes ponerte en contacto con la familia extensa, si es posible, para informarles de tu estado y paradero.

Dado que los daños causados por el huracán pueden hacer que tu casa y tus bienes sean peligrosos, debes permanecer atento a las condiciones peligrosas mientras te mueves por tu casa y te trasladas a un lugar más seguro. Evita las líneas eléctricas caídas, que pueden electrizar el agua estancada y plantear graves riesgos. Nunca conduzcas ni camines por zonas inundadas, porque incluso el agua poco profunda puede arrastrar vehículos u ocultar restos peligrosos. Y no permanezcas en una casa que esté gravemente dañada.

Sigue las orientaciones oficiales de los servicios de emergencia. Sigue escuchando la radio local, la televisión o las aplicaciones de emergencia para estar al tanto de las actualizaciones críticas y las órdenes de evacuación. Recuerda, vuelve a tu propiedad sólo cuando las autoridades la hayan declarado segura.

Ponte en contacto con los servicios de emergencia y los proveedores de servicios públicos

Informa inmediatamente al 911 de cualquier emergencia que ponga en peligro tu vida. Recuerda utilizar los teléfonos con moderación para evitar saturar los sistemas de emergencia durante este momento crítico. A continuación, ponte en contacto con tus proveedores de servicios públicos para informarles de posibles peligros. Informa a las compañías correspondientes de fugas de gas, líneas eléctricas caídas o conductos de agua y alcantarillado dañados. Nunca intentes solucionar estos peligros por tu cuenta. Si sospechas que hay daños eléctricos, pide a la compañía eléctrica que desconecte el servicio en lugar de intentar acceder a la caja de disyuntores en condiciones potencialmente inseguras.

Evalúa y asegura tu propiedad

Una vez garantizada tu seguridad personal y la de los tuyos, evalúa tu propiedad desde una distancia segura. Busca daños estructurales como paredes inclinadas, cimientos desplazados o agrietados, o secciones derrumbadas. No entres si ves un compromiso estructural significativo.

Para asegurar tu reclamación al seguro, también debes documentar todos los daños visibles con fotos y vídeos antes de tocar nada. Haz fotos amplias de las zonas afectadas y primeros planos de daños concretos. Esta documentación respaldará tu reclamación cuando la presentes, mostrando el alcance de los daños causados específicamente por la tormenta.

Otra parte de la evaluación de tu propiedad que también influirá en tu reclamación es la prevención inmediata de daños adicionales. Algunos ejemplos de medidas que puedes tomar son cubrir las ventanas rotas con madera contrachapada, colocar lonas sobre los daños del tejado y retirar los objetos de valor de las zonas dañadas por el agua. Recuerda guardar los recibos de los suministros de emergencia que utilices, porque estos gastos pueden ser reembolsables. Intenta sólo reparaciones temporales que no te pongan en peligro, y espera la aprobación de la aseguradora antes de hacer arreglos permanentes.

Avisa a tu compañía de seguros

Una vez que evalúes tu propiedad y la protejas contra nuevos daños, ponte en contacto con tu compañía de seguros. No esperes. La mayoría de las pólizas exigen una notificación rápida, y muchas tienen plazos específicos para presentar reclamaciones por huracanes. Y, aunque en Texas puedes tener hasta dos años para presentar tu reclamación, esperar tanto puede oscurecer los daños y retrasar tu indemnización.

Cuando presentes tu reclamación, aporta documentación exhaustiva. Envía todas las fotos y vídeos nítidos que tengas de los daños y, cuando sea posible, registra los valores de los objetos y las fechas de compra. Guarda todos los recibos de las reparaciones de urgencia y del alojamiento temporal, ya que estos gastos pueden ser reembolsables.

Revisa detenidamente tu póliza para comprender los límites de tu cobertura, las franquicias (que pueden ser diferentes para los daños por huracán) y las exclusiones. Prepárate para la visita del perito organizando tu documentación y elaborando una lista exhaustiva de daños.

Comienza las tareas de limpieza y salvamento de forma segura

Una vez que sea seguro empezar la limpieza, da prioridad a tu protección personal. Ponte guantes gruesos, botas resistentes, mangas largas y protección ocular para protegerte de los escombros, el agua contaminada y los peligros potenciales. Ten cuidado con peligros como el yeso suelto, la fauna que busca refugio y los posibles riesgos eléctricos de los electrodomésticos mojados.

Ordena cuidadosamente tus pertenencias, separando los objetos salvables de los que no se pueden reparar. Documéntalo todo con fotos antes de deshacerte de él, a efectos del seguro. Guarda registros detallados y recibos de los gastos de limpieza, ya que tu póliza puede reembolsarlos.

Deshazte de los materiales peligrosos, incluidos productos químicos, aparatos electrónicos y objetos contaminados, de acuerdo con las directrices locales. Muchas comunidades establecen puntos de recogida especiales tras las catástrofes. Nunca quemes ni entierres residuos peligrosos, ya que esto puede crear riesgos adicionales para el medio ambiente y la salud.

Avanzar tras los daños del huracán

Recuperarse de un huracán es abrumador, pero no tienes por qué afrontarlo solo. Actuando rápida y metódicamente en las primeras 24 horas, no sólo estás protegiendo tu propiedad; estás salvaguardando tu futuro. Cada foto que tomes, cada llamada que hagas y cada paso que des te acercará a una indemnización justa y a la tranquilidad.

En Palker Law, estamos aquí para apoyarte en cada paso del proceso de reclamación. Desde la revisión de tu póliza hasta la organización de tu documentación y la comunicación con tu aseguradora, nuestro equipo te aporta claridad, experiencia y tranquilidad cuando más lo necesitas.

No esperes a que los problemas se agraven. Si tu casa o tu negocio han sufrido daños por huracanes, ponte en contacto con nosotros hoy mismo para una consulta gratuita. Revisaremos tu reclamación, te explicaremos tus derechos y te ayudaremos a avanzar con confianza.